QUE ES EL 69

POSTURA 69 KAMASUTRA

No cabe duda de que la postura del 69 es una de las posturas con más historia dentro del ámbito de las relaciones sexuales. No en vano ya aparece ya aparece en el “Kamasutra” el texto de origen hindú que habla sobre el comportamiento sexual y la seducción, entre otros muchos temas.

El 69 bien podría definirse como una variante del sexo oral, en la que tanto el hombre como la mujer obtienen el placer mutuo mediante la estimulación de sus genitales.

Como tantas otras prácticas fue tabú durante mucho tiempo, hasta que en los años sesenta se convirtió en un símbolo de la igualdad entre los dos sexos.

Rechazo o pudor al 69

La práctica del 69 es una experiencia muy placentera. Puede utilizarse a modo de estimulación, como un medio para alcanzar la penetración, o bien como un fin en sí mismo. Pero en muchas mujeres este hábito sexual despierta reticencias.

El rechazo se orienta más a lo físico, el contacto íntimo con los genitales supone exponerse al sabor y los olores del otro, circunstancia que puede provocar rechazo. También suscita cierto pudor, incluso se considera humillante en algunos casos.

Ventajas del 69

Hemos hablado de felaciones mutuas. Pero qué beneficios nos reporta la práctica de este hábito sexual. Entre ellos, figura esa actividad tan grata, que es la de prodigarse placer simultáneo.

Nada más excitante que dos personas, cualquiera que sea su condición, participando activamente en el intercambio sexual. No podemos olvidar tampoco su naturaleza versátil. El juego amoroso permite tanto la variante oral como manual y, por supuesto, el empleo de juguetes eróticos, sabores y otros elementos para acrecentar la excitación.

También cabe preguntarse, ¿el sexo se reduce solo a la penetración? No, el sexo es en realidad el placer mutuo, y hay muchas alternativas que nos pueden hacer felices.

Posturas del 69, imaginación y placer

No cabe duda de que una de las posturas con más renombre dentro de la práctica del 69 se refiere a la posición en la que ambos permanecen tumbados, bien sea boca abajo o boca arriba, sobre el otro. Pero también hay otras, sentados, incluso de pie, que nos pueden proporcionar un mayor placer.

Es verdad que requieren cierta práctica, pero nada mejor que la imaginación para adentrarnos en los gozos del sexo y disfrutar de ese momento tan especial. En todo caso, dependerá de la persona, de sus gustos y hábitos sexuales.

Las felaciones mutuas son, sin duda alguna, uno de los mayores placeres en este ámbito. Renunciar a ellos supone renunciar al conocimiento íntimo de la otra persona.